lunes, 11 de agosto de 2008

Las montañas de la vida

Que bien me sienta madrugar y sentir el frío de la mañana para darme cuenta de que soy muy poderoso para levantarme, salir de los agujeros negros, hacer lo que quiero y superar hasta el dolor más agudo.

Camino solo. Paro a desayunar y aprovecho para despedirme de Piero y Alessandro (ellos continuan a todo trapo para llegar a Santiago el 14 y regresar a Milán).

Comienzo a meterme por el valle del Valcarcel y coincido con Humberto ya no nos separamos hasta el albergue de La Faba (maravilloso oásis de tranquilidad germana). Recorro 20 km sin darme cuenta hablando acerca de los descubrimientos vitales, la intensidad del camino, las decisiones y cómo nos enfrentamos a ellas.
La frase que aprendo hoy es: Voy a hacer lo que veo, en vez de lo que pienso me gusta esta frase que me trae a la realidad de la tierra y me lleva directa al fuego. Gracias por este regalo, Humberto.

Paso la tarde dormitando en lo alto de un monte donde está el refugio y conozco a María, Carlos, Laura, dos húngaros, una griega que va con un chico de Barakaldo.... aquí me siento bien y relajado.

Dormiré muuuuuy bien.

3 comentarios:

Unknown dijo...

Bueno, pues ya has superado lo peor, a partir de ahora a disfrutar del camino.

+ animos!!!! muchos más, eres un campeón.

Manu

Unknown dijo...

Acaso dudabas de tu propio poder? El silencio hace que se apaguen los cuentos, sólo quedas tu y tu esencia y ahora, puedes hacer del Camino, tu vida. Si es lo que yo digo..¡OLE, MI TEO¡ Animo, , que tu puedes conseguirlo y yo... disfrutarte. Un abrazo. Martga

Pablo Garmendia dijo...

Ánimo, Valiente. Te envío una cancioncilla motivadora, a ver si puedes oirla.

http://es.youtube.com/watch?v=0nDClh9NpZw

Un abrazo,

Pablo