miércoles, 6 de agosto de 2008

Que duro es caminar




Bueno, a estas alturas ya me ha salido una ampolla en el pie, pero viendo lo que estoy viendo me parece normal e incluso poco.

Ayer después de mucho calor, polvo y mucho páramo llegué a la muy noble, leal y benemérita ciudad de Astorga. Desde las 5:30 caminando por valles fértiles y regados por el Órbigo.


Después de acostumbrar el paso y empezar a dejar de pensar en el dolor de los pies, poco a poco comienza el viaje interior, ese que me traslada a diferentes personas, el pensamiento que me anima y las cosas que echo de menos, muchas que no diré para no sonrojarme y algunas que haría por la tarde-noche con mi buena amiga Martha. VIVAN los vinos de Rueda y las conversaciones frente a frente, para ti mi recuerdo y las gracias por el sol justo y la brisa necesaria.


Hoy ya mucho mejor después de doparme un poco con el maravilloso Voltarén y que vivan los que inventaron los parches para las ampollas Compeed.

Rabanal del camino.

Cerca ya de la temida subida a la Cruz de Fierro, (temo más la bajada).
Lo que más me está gustando de este camino es levantarme por la mañana antes de que amanezca, cojer mis cosas, salir solo y disfrutar del amanecer a mis espaldas mientras el paso ligero acompaña el canto del gallo.

Hoy me he sentido poderoso por que curiosamente es el lado derecho de mi cuerpo el que más se queja, antes siempre fue el izquierdo (emociones) y hoy ha sido bueno llegar pronto y descansar.

Voy eligiendo estar conmigo, sólo cuando quiero y un poco de conversación cuando deseo volver a la realidad, pero no dejando de hacerme declaraciones básicas entre las que está el maravilloso "no" que me sigue dando dignidad y peticiones claras ¡por favor!.

Converso con un sevillano que habla del maravilloso descubrimiento de comunidad que está teniendo con gente que ni conocía ni volverá a ver... ya se de que habla.

Mañana subiré a la Cruz y espero que el amanecer me pille allí arriba.

Un saludo, un abrazo y un beso para cada uno y una que me leéis.

ULTREIA

3 comentarios:

Alba dijo...

Ánimo Teo!
Un fuerte abrazo!!

Unknown dijo...

Qué bueno!!!!! disfruta del camino, de la gente, de ti.

Yo también me tomaré esta noche un "ruedita" en tu honor, con los pies destrozados también, pero en mi caso por las fiestas de Vitoria, ja, ja.

Un super abrazo, Teo, me encanta como escribes (y como eres).

Unknown dijo...

Quie gusto, que cerquita te leo,siento, escribo y ..¡Cuanto te echo de menos¡Yo he tomado elRueda cada tarde y eligiendo la múscica adecuada es casi como si estuvieras conmigo. Al mismo tiempo, te imagino también roto, pero..feliz y casime trasporto y te alcanzo. Animo, y no creas que todo acaba con eldolor de pies, justo ahí esdonde empieza lamaravilla del viaje cuando ya no duelen las señales, perolas huellas permanecen. Un beso y un abrazo de los nuestros.